lunes, 19 de junio de 2017

Introducción a la Nutrición Vegetal


Desde la antigüedad el hombre se ha interesado por la respuesta de las plantas al ambiente, y ha llegado a la conclusión de que sus esfuerzos deben concentrarse en la creación de las condiciones necesarias para asegurar el crecimiento y desarrollo normales de las plantas, como medio para lograr, además de elevados rendimientos en la producción agrícola, el mejoramiento de la calidad en sus cosechas. Los consumidores actuales no solo requieren de una amplia variedad de productos vegetales, sino que exigen, además, que dichos productos se obtengan siguiendo normas de calidad cada vez más estrictas.



La producción de cultivos, un proceso directamente relacionado con el crecimiento, es una función del suelo, el clima, y el manejo, principalmente, y la manera de cómo estos factores influyen en la producción es a través de mecanismo muy diversos. Dado que los procesos involucrados en el crecimiento son numerosos, así también, son muchos los factores mediante los cuales son influenciados y controlados los distintos procesos. Como factores del crecimiento se consideran a todos aquellos agentes físicos, químicos y bióticos que pueden influenciar el crecimiento de las plantas, desde la germinación hasta la cosecha.



De todos los factores que influyen sobre el crecimiento y producción de las plantas cultivadas, la nutrición vegetal, sin lugar a dudas, es uno de los que pueden ser más determinantes. Esta disciplina de la fisiología vegetal y de la ciencia del suelo se ocupa de estudiar los procesos involucrados en la absorción y asimilación de nutrimentos por las plantas superiores, así como de los factores que los afectan y su relación con la producción y calidad de las cosechas.



La FAO, en 2003, en la Conferencia sobre Papel de la Fertilización Sostenible en la Seguridad Alimentaría Mundial (Global Food Security and the Role of Sustainable Fertilization) establecía la necesidad de racionalizar el uso de fertilizantes, y se argumentaba:



• Las necesidades de alimentos aumentarán en un 60 % en 30 años.

• Los fertilizantes de origen mineral compensan la pérdida de nutrientes y evitan la mineralización de materia orgánica. Mantienen la fertilidad de los suelos.

• Las fuentes orgánicas de nutrientes no bastan para compensar las extracciones realizadas por los cultivos. Así mismo, una producción orgánica resulta de “gran impacto y obligaría a la roturación de tierras” para compensar el descenso de rendimientos agrícolas y las necesidades ganaderas de pastos y forrajes.

• La aplicación de fertilizantes ayuda al desarrollo óptimo de variedades altamente productivas mejoradas genéticamente. En Francia el aumento del 625 % en la aplicación de fertilizantes, desde 1950 hasta nuestros días, han conseguido el aumento del 400 % en rendimiento en el mismo periodo. Si bien era posible incrementar la producción sin aumentar el consumo de nutrientes.

• El uso de la biotecnología resulta cada vez más necesario para mejorar la eficacia en la absorción y utilización de nutrientes por la planta. En ocasiones constituirá en función de la especie una marcha atrás en el trabajo realizado por la mejora genética.

• El conocimiento de la biología del suelo y la materia orgánica, la química y la física, como herramienta de gestión de nutrientes.

• Establecer el manejo racional de fertilizantes como un eslabón más de la gestión integrada del sistema de producción. De esta forma la buena planificación en el aporte de nutrientes influye positivamente en el éxito de los sistemas integrados de manejo de plagas.



El papel de la Nutrición Mineral se ha observado normalmente como un factor limitante del cultivo, que, junto con el agua, bien manejada, ha traído tradicionalmente un incremento de rendimiento. Si bien no constituye un factor determinante, como lo son la radiación, temperatura, CO2, características del cultivo (fisiología, fenología, ...). Estos factores condicionan la productividad potencial que generalmente difiere de la productividad real dada la existencia de enfermedades, malas hierbas, plagas y contaminantes ante los cuales hay que ejercer una labor de protección.



La nutrición vegetal, nutrición de cultivos o nutrición mineral, nombres con los que se conoce la disciplina, ha de dar respuesta a una serie de interrogantes que frecuentemente se plantean en relación a los requerimientos nutricionales de las distintas especies de interés agrícola, como: ¿cuáles nutrimentos son limitantes en distintos agrosistemas?, ¿en qué cantidad?, ¿en qué forma química?, ¿en qué estado fenológico?, ¿cómo se absorben y transportan?, ¿cómo afectan la producción y la calidad? Cuando se disponga de la información para responder a esas preguntas, se estará en posición ventajosa para tomar decisiones acerca del manejo nutricional de cada cultivo en particular, con una alta probabilidad de éxito.



FUENTE. Gabriel Alcántar González y Libia I. Trejo-Téllez (coordinadores). 2009. Nutrición de cultivos. Colegio de Postgraduados y Mundi-Prensa México S.A. de C.V.  

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